viernes, 14 de enero de 2011

RSC. España primer país europeo por número de certificados de gestión ambiental

Servimedia, 08 de noviembre de 2010

España es el primer país europeo y tercero del mundo por número de certificados del Sistema de Gestión Ambiental según la norma ISO 14001 con 16.527 reconocimientos, según la Organización Internacional de Normalización (ISO, en sus siglas en inglés).

Este certificado acredita que la organización que lo obtiene cumple con los requisitos que establece la mencionada norma y que ha implantado un sistema de gestión que ayuda a prevenir los impactos medioambientales, según ha informado hoy Aenor.

Los diez países con más certificados medioambientales en Europa son, además de España, Italia, Reino Unido, Rumania, Alemania, República Checa, Francia, Suecia, Turquía, y Suiza.

Con este tipo de procedimientos además de minimizar los impactos medioambientales, se obtienen también beneficios económicos por la optimización del consumo de energía, materias primas y agua así como por la mejora de los procesos y se reducen riesgos legales.

El informe de la ISO pone de manifiesto que, pese a la crisis, la actividad de certificación ha seguido creciendo, y es considerada como una herramienta de competitividad empresarial.

Sea responsable... primero en su negocio

La ética empresarial ya no puede ser solo un instrumento de 'marketing' - Cobra fuerza el control de los proveedores para evitar atropellos a los derechos humanos o al medio ambiente


La marea negra del golfo de México ha manchado gravemente a la petrolera BP en su imagen y en su bolsillo. Walt Street está al acecho y los dividendos van a encoger. Las empresas ya han aprendido que hay determinados deslices que salen caros. Le ocurrió a Nike cuando se supo a nivel planetario que los balones que vendía los cosían manos infantiles en países remotos donde los niños no tienen ni una pelota para jugar. Y las esclavas condiciones laborales de miles de trabajadores que surten los mercados occidentales llenan páginas de Internet para desdoro de algunas potentes multinacionales.

En Toledo, parte del mobiliario urbano viene de bosques sostenibles

Los departamentos de compras son clave para mejorar la ética empresarial

La multinacional Inditex mejoró el panorama sindical de Perú

La sostenibilidad es un buen negocio, afirma un directivo de los hoteles NH

Esas prácticas no tocan a su fin, pero muchos coinciden ya en que el asunto empieza a tomarse en serio: la responsabilidad social corporativa (RSC) es un nuevo modelo empresarial que tiene en cuenta los impactos que sus actividades generan entre sus clientes, empleados, sobre el medioambiente y la sociedad en general, y procura amortiguarlos o erradicarlos.

En los últimos años, muchas empresas abordaron la RSC como parte de su estrategia en marketing.Y por tanto trataron de vender sus mensajes apoyando causas diversas y dando donativos. Pero hoy la responsabilidad de una empresa se mide por sus acciones en su propio negocio antes que por su altruismo. A BP ahora le servirá de poco el dinero invertido en presumir de verde o de solidaria, porque lo que se le exigía sobre todo era saber evitar y controlar el vertido.

Es difícil despertar a los líderes políticos y meter en vereda a los grandes negocios transnacionales. Las ONG tienen prisa y no les falta razón. "Llevamos 15 años hablando de sostenibilidad y mira cómo tenemos las costas. Llevamos 12 años hablando de bombillas de bajo consumo, pero aquí hay temas más serios, corrupción, esclavitud, graves problemas laborales, falta de transparencia", critica Orencio Vázquez, del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, donde se agrupan organizaciones representativas de la sociedad civil.

Pero también hay ya experiencias a considerar tanto en el sector privado como en el público. En el hospital Virgen de las Nieves de Granada, los pacientes desayunan y meriendan productos del comercio justo. En Toledo, el mobiliario urbano que financia la Diputación viene de bosques sostenibles. Los jardineros del Ayuntamiento de Barcelona llevan un uniforme que garantiza que los que lo confeccionaron lo hicieron bajo condiciones laborales éticas y, además, buena parte del algodón con que se hicieron procedía de agricultura ecológica.

Son solo algunos ejemplos que proporciona David Comet, de la organización de comercio justo Ideas (Iniciativa de Economía Alternativa y Solidaria). "Las compras y contratos de la Administración pública suponen el 16% del PIB europeo. Si todo ello se regulara, la incidencia en el equilibrio económico y social sería brutal. Las compras responsables deben ser una estrategia política, la Administración podría conseguir que muchas empresas suministradoras cambiaran si así se lo pidieran como condición para trabajar con ellas", explica Comet.

Una directiva europea que España hizo suya en 2008 sobre contratación en el sector público permite cierta pluralidad de criterios para adjudicar los contratos y las compras, no solo la ventaja económica.

En el sector privado, tres de cada cuatro euros del gasto se gestionan en los departamentos de compras, por tanto, intervenir desde esas secciones es vital para cambiar ciertas prácticas entre los proveedores habituales, para modificar aspectos de la cadena de producción que pueden ser lesivos para los derechos laborales e incluso humanos. ¿Están las empresas dispuestas a hacer esto? ¿Por qué lo hacen? "La responsabilidad social corporativa no es una opción, nadie se plantea ya ir con un coche sin seguro, pues esto es lo mismo. La RSC es el nuevo contrato social del siglo XXI", dice Juan José Jiménez, presidente de la Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos (Aerce).

Los últimos años, muchas empresas han incorporado políticas de RSC que sabían a poco, pero que se publicitaban con gran bombo, más que iniciativas éticas sonaban a estrategias de imagen. "Hay mucho de marketing", reconoce Jiménez, "porque lo que se hace hay que venderlo, pero también es cierto que ahora algunas grandes empresas se preocupan por que sus proveedores respeten algunos criterios y tienen auditorías para controlarlo". ¿Por qué? Se citan siempre dos razones principales: reputación y beneficios. "Si compras un coche barato puede que te gastes mucho después en gasolina y, por otro lado, meter la pata puede tener un coste altísimo", asegura Jiménez, que pone el ejemplo de Nike.

Para que el mecanismo de la fama y el prestigio de una marca arrastre a las empresas a hacer limpieza entre sus proveedores se necesita que los consumidores estén informados, porque de eso dependerá el temor al castigo en el mercado. "Los consumidores no tienen mucha información. Las empresas publican sus memorias de sostenibilidad, por ejemplo, pero claro, son todas estupendas. Pero los aspectos relacionados con los derechos humanos no deberían quedar al arbitrio del mercado", dice Orencio Vázquez, del Observatorio de la RSC.

En el sector textil y en el de la electrónica los aspectos de responsabilidad social son muy visibles porque las multinacionales externalizan mucho esta producción. La Federación Setem ha organizado una exitosa campaña, Ropa Limpia, para incidir en las condiciones laborales del sector textil deslocalizado. Queda mucho por hacer, pero ya hay también alguna buena práctica.

El caso de Inditex ha sido paradigmático: en 2007 la empresa firmó un acuerdo marco internacional para garantizar los derechos laborales de miles de personas que trabajan en su producción en unos 1.500 talleres repartidos por todo el mundo. "A pesar de las auditorías es difícil controlar que esos derechos se cumplen, por eso los sindicatos de aquellos países deben estar al tanto y señalar las incidencias", dice el sindicalista de CC OO Isidor Boix, que participó en aquellos acuerdos. El ejemplo que subraya Boix pone de manifiesto cómo la actuación correcta de una multinacional puede contribuir decisivamente a mejorar las condiciones sindicales de todo un país: "En Perú se había ido despidiendo a los sucesivos representantes sindicales, hasta 90 personas, de uno de los talleres que trabajaban para Inditex. Hasta allí se desplazaron el responsable de RSC de la empresa textil y el secretario general de la Federación Sindical Internacional. Todos los trabajadores fueron readmitidos y el asunto tuvo una alta repercusión en el mundo sindical de Perú", relata Boix, quien señala que este acuerdo es el único internacional en el ámbito del textil que existe.

Boix cree que las empresas empiezan a tomarse estos asuntos en serio. "Ya no estamos en el momento de los debates académicos, ni por una cuestión de puro marketing. Existe ya una corriente entre las empresas, saben que con estas cosas no se pueden hacer bromas y van adquiriendo estos compromisos aunque sea de forma unilateral; voluntaria, dicen ellos", afirma Boix.

El problema no es, sin embargo, sencillo. "Cuando se pone orden en algunos países para que las cosas discurran por los cauces adecuados, algunas empresas se van a otros países; por eso, muchos países miran para otro lado, porque, después de todo, son muchos puestos de trabajo", sostiene Orencio Vázquez. "Pero sí, ya hay algunas empresas que están favoreciendo los cambios laborales de ciertas zonas", añade.

La otra pata del asunto es la rentabilidad y hay algunas experiencias que demuestran que ciertas estrategias cívicas ahorran a la empresa y les ganan clientes.

La cadena hotelera NH tiene 700 proveedores homologados, es decir, que han firmado el código ético que requiere la política de responsabilidad social de la empresa. Sobre derechos humanos, prácticas laborales, medioambiente, ética en el negocio. Y los más grandes de todos ellos se reúnen bajo el Club NH Sostenible, donde discuten cómo mejorar muchos aspectos. Pedro Martínez Campanero, director corporativo de Compras, explica algunas de las cosas que han ido cambiando: "Todos los plásticos en nuestros hoteles son biodegradables, desde el peine o los bolígrafos a los botecitos de gel, champú, cremas. Si una bolsa de plástico tarda 100 años en desaparecer del medioambiente, estos plásticos lo harán en siete u ocho años y son inofensivos", dice. NH tiene 400 hoteles en 25 países. Han cambiado un millón de bombillas por las de bajo consumo, los grifos han incorporado un dispositivo que reduce el chorro de agua sin que se note y ahorra un 35% del consumo, los minibares de las habitaciones gastan un 15% menos de energía y algunos de sus hoteles tienen paneles solares o recogen el agua de la lluvia para distintos usos. "En energía hemos reducido un 5,4%, en agua un 9,2%, en basura un 12,5% y en emisiones de carbono un 7,6%", cuenta Campanero. "Queremos llegar a un 20% en 2012. Creo que la sostenibilidad es un buen negocio y eso nos llevará al consumo responsable, han de ir de la mano. No hay por qué sentirse mal porque producir energía con paneles solares sea un buen negocio", añade.

En NH llegan hasta el detalle de que han reducido las entregas de cerveza Mahou a dos veces por semana en lugar de cinco. Los transportes también contaminan. Es una cuestión de organizarse, afirman.

En casos como este de NH, una buena campaña de publicidad puede atraer clientes comprometidos con la misma causa. Otras empresas han optado por implicar directamente a esos clientes. Lo hace Caja Navarra, que se presenta a sí misma como pionera en banca cívica. ¿Qué quieren decir con esto? La responsabilidad social en este caso se mide, sobre todo, en la relación que se mantiene con el cliente. "Aquí les informamos a cada uno del dinero que ganamos con ellos, con el ahorro que depositan en nuestra entidad", comienza José Manuel Jiménez Zaracaín, director de compras de la financiera. "Les damos a elegir entre los proyectos presentados para la inversión en obra social a cuál quieren destinar su dinero y, por otro lado, a esas entidades que presentan proyectos les pedimos que rindan cuentas a los clientes que les han elegido", dice. Las inversiones de Caja Navarra también pasan el filtro de sus clientes, que eligen el proyecto que esté más acorde a sus inquietudes. Más de un 70% de los clientes participa. Jiménez Zaracaín también menciona varias iniciativas medioambientales que han puesto en marcha: dispositivos inteligentes que desconectan los aparatos que ya no se están usando, papel reciclado, reducción de comunicaciones por carta...

Así pues, medioambiente, derechos laborales y humanos. Y un tercer detalle: la gobernabilidad de las propias empresas. ¿Cuánto cobran los directivos y cuánto los obreros? Pensiones, primas. ¿Dónde se pagan los impuestos? ¿Cómo se trata a los empleados? ¿En cuántos paraísos fiscales veranean estas empresas? Eso también es responsabilidad social corporativa. Auspiciado por la ONU, existe un pacto social al que pueden adscribirse voluntariamente las empresas que observen las normas de RSC. "España es el país que más firmantes tiene de este pacto, y uno de los que más memorias de sostenibilidad presenta. Los europeos nos miran asombrados", concluye con ironía risueña Orencio Vázquez.

Los cinco principios que rigen la RSC

El Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa, donde se agrupan ONG y entidades sociales, ha definido cinco principios de la RSC. Son estos:

- Carácter global: La RSC afecta a todas las áreas de negocio de la empresa y sus participadas, así como a todas las áreas geográficas en donde desarrollen su actividad. Afecta, por tanto, a toda la cadena de valor necesaria para el desarrollo de la actividad, prestación del servicio o producción del bien.

- Ética. La RSC comporta compromisos éticos objetivos que se convierten de esta manera en obligación para quien los contrae.

- Impactos. La RSC se manifiesta en los impactos que genera la actividad empresarial en el ámbito social, medioambiental y económico.

- Expectativas. La RSC se orienta a la satisfacción e información de las expectativas y necesidades de los grupos de interés.

- Normas. Han de cumplirse la legislación vigente y las normas internacionales (OIT, Declaración Universal de los Derechos Humanos...).

Responsabilidad social corporativa en el sector financiero.

En los últimos años venimos asistiendo a la consolidación de la responsabilidad social corporativa (RSC) como atributo de ciudadanía empresarial. La sociedad de la globalización es cada vez más sensible al comportamiento cívico-empresarial y el consumidor exige y aprecia el respeto a los valores democráticos, al medio ambiente, etcétera. También valora la cercanía, la transparencia y el destino de parte del beneficio a causas solidarias que contribuyen al bienestar y al progreso de las comunidades.

Podemos afirmar después del tiempo transcurrido y el arraigo de estas prácticas que la RSC no es una moda y ha venido para quedarse.La sociedad es cada vez más sensible al comportamiento cívico-empresarial y el consumidor exige y aprecia el respeto a una serie de valores

De otro lado, la RSC es cada vez más motivo de diferenciación positiva y negativa y afecta directamente al crecimiento y a la rentabilidad. Además, como en el caso de las personas, la reputación se construye en años y se puede perder en un segundo.

Las experiencias de compra están sustituyendo al producto en la motivación del consumidor / cliente, sobre todo en servicios y gran consumo, y no cabe duda de que la promesa de marca y su percepción influye cada vez más en las decisiones del cliente y su fidelización.

Paradójicamente, el antecedente más próximo al concepto actual de RSC en nuestro país aparece en el siglo XVIII en el sector financiero cuando surgen las primeras cajas de ahorros y montes de piedad como instrumento de ahorro y financiación de las clases más desfavorecidas, con fundadores que van desde la Iglesia y las diputaciones o ayuntamientos a entidades varias, que hoy llamaríamos organizaciones no gubernamentales (ONG).

Existe confusión sobre si las cajas de ahorros están o no obligadas a dedicar parte de sus beneficios a la llamada obra social. No obstante, todas lo practican desde su fundación. Cabría preguntarse si la larga supervivencia de competitividad y cuotas de mercado actual de las cajas de ahorros españolas se debe a la cercanía y sensación de proximidad que generan en el cliente de banca minorista. Yo creo que sí, aunque mezclado con elementos de arraigo regional y un sorprendente grado de adaptación a los cambios habidos en el entorno y el comportamiento del cliente. No obstante, lo que parece seguro es que las cajas de ahorros vienen practicando la RSC desde hace muchos decenios, bajo el epígrafe obra social, y ello ha influido notablemente en su reputación y resultados.

Lo anterior se ve corroborado por la entrada masiva de los bancos en el mundo de la RSC a través de fundaciones creadas al objeto de mejorar su imagen de marca y acercarla al ciudadano. Al mismo tiempo, la publicidad de las cajas empieza a centrarse en atributos como el "alma", "el compromiso", "tú eliges, tú decides", etcétera.

A tenor de lo anterior, podríamos afirmar que la obra social de las cajas y/o las fundaciones promovidas desde el sector para ejercer la RSC está dejando de ser un elemento de diferenciación, pues casi todas los operadores la practican y la publicitan como elemento de refuerzo de marca.

La gran mayoría de operadores en nuestra banca minorista ha apostado por el modelo multicanal, con una amplísima y creciente red de oficinas propias, de proximidad a sus clientes objetivo. Este modelo es intensivo en relaciones personales de empleados con clientes y en vínculos no sólo financieros, sino también intangibles y emocionales, tales como la calidad de trato, la reputación y la personalización de las soluciones desde el conocimiento del cliente.

Pues bien, el destinar beneficios a su reversión a la sociedad en acciones de RSC está dejando de ser un atributo diferencial, pues todos pueden decir que lo practican y demostrarlo. La diferenciación futura dependerá de dos nuevos elementos. El cuánto invierto y el cómo invierto en RSC.

El cuánto dependerá en el caso de los bancos de la generosidad de los consejos y accionistas, de un lado, y del retorno previsible vía crecimiento y fidelización, de otro, y en las cajas del beneficio anual, en tanto el porcentaje que vienen destinando a la obra social se mantiene en el tiempo y nada hace pensar que vaya a variar en el futuro.

Por tanto, la gran veta de diferenciación vendrá de ¿cómo invierto en RSC? ¿Quién decide? ¿Cómo se constata y publicita la contribución a la sociedad o a los segmentos objetivo? ¿Cómo se vincula al cliente emocionalmente desde la RSC como atributo de marca?

Por ejemplo, si la decisión de cómo y dónde invertir en RSC la tuviera el cliente, parece obvio que se produciría un cambio sustancial en su percepción en tanto supone más compromiso, más transparencia y más democracia, valores en alza en un mundo de consumidores cada vez más sofisticados y bombardeados por publicidad y productos gancho.

Resulta evidente que si el cliente pudiese opinar y decidir sobre el destino de parte de los beneficios que le puede generar a un banco o caja, a aquellas causas y / o proyectos sociales que más le interesan, sus percepciones se modificarían sustancialmente y el marco de vinculación se ensancharía enormemente produciéndose diferenciación duradera. El poder decidir entre proyectos de investigación del cáncer, ayuda al hambre en Sudán o medio ambiente para el saneamiento de un río concreto en una región no es baladí y acerca al cliente emocionalmente a su caja o banco.

Creo firmemente que la democratización del ejercicio de la responsabilidad social corporativa y el máximo de transparencia en su gestión es una veta de diferenciación futura, si bien ya hay alguna caja pionera que lo practica.

Para terminar, hemos de felicitarnos porque hemos entrado en una era en que la conexión empresa / sociedad no se limita a crear empleo y pagar impuestos. El cliente / ciudadano es el rey y espera más. Espera compromiso, transparencia y ciudadanía; es más, lo premia y lo reconoce crecientemente. El balón está en juego.

El Consejo de Ministros debate la Ley de Igualdad de Trato

El Gobierno no mantiene, al menos en "esos términos", la inversión de la carga de la prueba que incluyó en el borrador.


"Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". Esto es lo que dice el artículo 14 de la Constitución y lo que pretende garantizar la nueva Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación debatida hoy por el Consejo de Ministros y presentada por la ministra de Sanidad e Igualdad, Leire Pajín. En cuanto al punto más polémico incluido en el borrador avanzado en septiembre por EL PAÍS, el que supone que sea el demandado quien tenga que demostrar que no discriminó, lo que en jerga judicial se conoce como "inversión de la carga de la prueba", el Gobierno ha asegurado que no lo mantiene, al menos "en esos términos". En todo caso, Pajín ha subrayado el carácter provisional del anteproyecto de ley.

"Es la intención del Gobierno que el texto definitivo cuente con el máximo consenso y la máxima participación", ha dicho Leire Pajín. Es un proyecto de ley que "pretende sacar a la luz los casos de discriminación (...) y crear una sociedad que no humille a nadie", ha añadido.

El anteproyecto pasará ahora por los distintos órganos consultivos (el Consejo de Estado, el Consejo Económico y Social...). También está pendiente del trámite parlamentario, por lo que su redactado final sufrirá previsiblemente modificaciones.

Respecto a los motivos de discriminación se incluyen, además de los motivos recogidos en el artículo 14 de la Constitución Española, los seis motivos de discriminación recogidos en la normativa comunitaria, incorporando dos nuevos motivos de discriminación, los de identidad sexual y enfermedad. Así, los motivos de discriminación que se recogen en esta Ley son: nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, enfermedad o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

La ley contempla además un sistema propio para establecer sanciones y la creación de una Autoridad Estatal para la Igualdad de Trato. Esta Autoridad podrá investigar por cuenta propia la existencia de posibles situaciones de discriminación. También ejercitará acciones judiciales en defensa de los derechos derivados de la igualdad de trato. La Autoridad concentrará varias de las funciones y recursos de otros organismos mediadores que existen actualmente, según indican fuentes del Gobierno en una nota de prensa.

Ejemplos de discriminación

Así, si una persona (física o jurídica) considera que ha sido objeto de discriminación, podrá acudir ante dicha autoridad, que pondrá en marcha el mecanismo para que el demandado demuestre que actuó bien y que no se guió por prejuicios discriminatorios.

Situaciones habituales en las que suelen darse casos de presunta discriminación son los procesos de contratación laboral, la concesión de créditos bancarios, la firma de contratos de arrendamiento, etcétera.

Un "avance"

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha valorado mediante un comunicado el anteproyecto: "La ley es un avance para perseguir a quienes discriminan y proteger a quienes son discriminados pero va más allá porque busca acabar con la discriminación y pone las herramientas legales para ello", ha afirmado Desirée Chacón, Secretaría General de la FELGTB.

Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, ha destacado la importancia de seguir trabajando con los partidos políticos: "queremos que haya consenso en la aprobación de esta ley tan necesaria para toda la ciudadanía, porque todo el mundo antes o después puede ser discriminado por quien es o por su situación, fija o transitoria, y la lucha por la igualdad y contra la discriminación nos beneficia a todas y a todos y debe ser una tarea asumida por todos los partidos políticos".

FE DE ERRORES

En la primera versión de este artículo se daba por hecho que Igualdad mantenía el punto más polémico del borrador avanzado en septiembre, es decir la inversión de la carga de la prueba, pero el Gobierno ha asegurado que no lo incluye "en esos términos"


Las empresas incumplen la Ley de Igualdad



Cerca de un 40% de las entidades españolas tiene "escasa o nula" presencia femenina en sus órganos de dirección, según la ministra Aído


Cerca del 40% de las empresas españolas tiene una "escasa o nula" presencia femenina en sus órganos de toma de decisiones y no ha adoptado ninguna medida para lograr la paridad en los consejos de administración. Así lo establece la Ley de Igualdad, según ha señalado la ministra del mismo ramo Bibiana Aído.

La titular de Igualdad ha hecho estas declaraciones durante el acto de presentación deObjetivo 15. Por el equilibrio en los consejos de administración, un proyecto para impulsar el acceso de mujeres directivas españolas a los órganos de decisión de las empresas.

El objetivo de esta idea es alcanzar la presencia equilibrada de ambos sexos en 2015.

"Sensibles mejoras"

Según cifras del Ministerio de Igualdad, las mujeres representan menos del 10% en los órganos de decisión de las entidades españolas. Aunque la Ley de Igualdad lleva tres años en vigor, el texto establece un plazo de ocho años para que las empresas más relevantes incluyan a más mujeres (entre el 40% y el 60%) en sus altas jerarquías. Aído ha hablado de "sensibles mejoras", pero ha destacado que aún falta conseguir la "igualdad real".

La ministra ha subrayado que las mujeres representan el 54% de los estudiantes universitarios y el 40% de los investigadores y científicos en activo. Después ha añadido que la crisis económica ofrece una "oportunidad de mejorar el tejido productivo e implantar un modelo de eficiencia en el que no se desperdicie el talento de la mitad de la población".

Para Aído, la igualdad en las compañías "eleva el talento disponible", y hace que sean "más eficientes" y que generen "más rentabilidad", ya que "los países más productivos son los más igualitarios".

Inspecciones para garantizar la igualdad

Publicado el 23 / Abril / 2010

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha manifestado que entre sus objetivos prioritarios está el de erradicar la brecha salarial. Para ello, el Ministerio de Igualdad y el de Trabajo han firmado un protocolo que servirá para comprobar, a través de inspecciones, que las empresas cumplen la Ley de Igualdad.

Bibiana Aído ha indicado asimismo que “las empresas que apuestan por incorporar a las mujeres y por la conciliación de la vida familiar y profesional tienen mejores resultados empresariales”. “Entendemos que no sólo vale con las leyes, sino que hay que establecer mecanismos que garanticen el cumplimiento de las mismas”, indicó la ministra para explicar la puesta en marcha del protocolo suscrito entre Ministerios, que consiste en la realización de 6.000 inspecciones en empresas “para comprobar el cumplimiento de la Ley de Igualdad y para establecer sanciones” en aquellas entidades que no cumplen lo establecido.

Aído dijo que “la igualdad no es sólo una cuestión de justicia social, sino que lo es también de rentabilidad, de eficiencia y de competitividad”, y subrayó que “un país no puede permitirse prescindir del talento de la mitad de la población”.

Añadió también que “no podemos permitir que el desempleo se cebe con las personas más débiles y que el talento de tantas mujeres no se aproveche en un momento como el que estamos”. En este sentido, dijo que “el 60% de las personas que terminan los estudios universitarios son mujeres y lo hacen con mejores expedientes académicos que los hombres”.

La ministra manifestó que la mejor herramienta para caminar hacia la igualdad real es la Ley y señaló que aún “tenemos un reto pendiente que tiene que ver con la conciliación de la vida familiar y laboral y la corresponsabilidad”.